AL FONDO LA CATEDRAL

palentina

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lunes, 4 de enero de 2016

RECUERDOS INOLVIDABLES

            Hoy día tres de Enero del año dos mil dieciséis se cumplen cincuenta años de mi llegada al pueblo de Arroyo molinos (Madrid) en aquella fecha era lunes y hoy es domingo  la única  diferencia, por lo demás todo  fue igual. La noche anterior había dormido en el Hotel Florida de Madrid  y desde  allí cogí un taxi que  me llevaría hasta Arroyo molinos. Hay fechas que no se olvidan nunca por muchos años que pasen.
            Yo, cuando llegue a este pueblo, no podía imaginar que me pasaría más de veinte años en él y que me encontraría   tan cómodo y feliz, ya que la primera impresión fue   decepcionante,   por entonces era un pueble cito muy pequeño y aislado del mundo sin apenas comunicación con Madrid, estando situado a solo veinticinco km de la capital, no tenía más de veinte vecinos y la mayoría trabajaban en la finca de Valdefuentes .S .A y el resto en finca “Las castañeras”, propiedad de Dª Dolores Castillejo Y Wall  Duquesa Vd. de Almenara Alta y era la finca en la que yo venía a trabajar como encargado general.
            El primer año todo fueron inconvenientes para mí ya que la explotación agrícola  y ganadera de la finca se encontraba abandonada y no solo eso, lo peor era que estaba totalmente desacreditada en toda la comarca. De momento yo tenía  dos retos muy importantes, el primero era ganarme la confianza de la Srª. Duquesa, y el segundo y no menos importante el acreditarme ante los proveedores de la comarca. Ambas cosas no me fueron muy difíciles pero  fue necesario  dos o tres años hasta que  las cosas empezaran a funcionar bien.
            Con todo esto  tengo los mejores recuerdos de esos años que pase en ese pueblo y su comarca, ya que por mi trabajo tenía que mantener contacto  con toda parte  sur oeste de Madrid en especial con Naval carnero, pueblo cabeza de partido de la zona, y después Leganés, Molestos, Fuenlabrada, Humanes, Alcorcon  y otros de menor importancia

            De todos ellos guardo mis mejores recuerdos y agradecimiento, y hoy que se cumplen cincuenta años de aquella época, quiero dejar aquí constancia de todo ello.